LARVAS

8:04 Elchicodelachaquetavaquera 0 Comments



Improviso estos versos
como mi abuela improvisaba
la poesía de Lorca cuando
recogía el trigo viuda.

Aprendía de su espalda
encorvada
que el perdón es difícil.
Que la Iglesia gana al pensamiento
porque perdona cuando es víctima,
perdona cuando se cumplen sus plegarias. 

Escribo con cortes en mis dedos
porque esta carta me la conozco de memoria
como los orificios de mi cuerpo.

¿Sé perdonar?

Mis cicatrices son más clara que mi piel.
Brillan si me ves desnudo.
Entre sus fisuras
verás larvas que dejaron allí. Abandonadas.
Ven, acércate y míralas.

Se cuelan en mis cuerdas vocales
gritan.
Se pasean por mi cerebro
bloquean.

No entenderás estas líneas
sin orden y mal expresadas
-son las larvas-,
pero si me desgarras un poco
sin miedo a la oscuridad
encontrarás en mi estómago
un animalillo indefenso
al que debes salvar.

Correré, te lo aseguro.
No dejaré que pases a mi casa
con los zapatos puestos.
Tu rostro me producirá rechazo.
Entiéndeme. 

Mi abuela te diría
que si consigues conocerme
como conoció la tierra de su marido
conseguirás una habitación para vivir.



Imagen: @ljnovascotia

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