!A los hombres!
A los hombres...
A todos esos jóvenes seductores.
A cada uno de esos brazos rudos,
a esos pechos de piedra,
y a todos esos cerebros de entrepierna.
A todos vosotros os deseos cosas...
Muchas cosas hermosas.
Sois el objeto de mis ansías.
Respiro por gozar junto a vosotros.
Y por todo eso,
y por los dolores de cabeza que me dais,
por las lágrimas que me hacéis derramar,
por las heridas incurables que me habéis hechos,
y por todas las decepciones que he tenido por vuestra culpa.
Por todo, y mucho más,
os deseo dolor.
Que paséis la décima parte de lo que yo he pasado.
Que seáis débiles.
Los que lloran.
a los que hieren.
Con los que juegan.
Sed usados y tirados.
Sin compasión ni sentimientos.
Pudriros lentamente por todo el odio que tenéis dentro.
Descomponeros por la bilis que tenéis.
Y que el veneno de vuestras palabras corran por vuestras lenguas como el ácido.
Seréis polvos.
En todas sus connotaciones polvos.
Y en polvo os convertiréis.
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