Socorro
Navegando en redes de puro vicio anal. Me sumerjo lentamente en lo más profundo de aquellos rincones y cuerpos del pecado de la sodomía para encontrarme a mí. Y a él. Al desconocido que cambiará mi vida. Que me sacará de aquí para ser nosotros. Dando sentido a la locura. Apartando el caos de mi camino. El que me dará la vacuna que curará todos mis males. Pero mientras que lo encuentro y no, sigo aquí... sin salida. Con miradas a mi espalda. Con la peor calaña. Con aquellos que me consumen y matan muy despacio. Daré una última bocanada de oxígeno en un desesperado orgasmo antes de irme de la vida con la pena de no haber encontrado aquello que tanto anhelaba y que me hubiera salvado.
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