Poliamor
Alguien dijo una vez,
"cada oveja con su pareja".
Impuso el amor de dos.
Y así,
surgió el pecado de la lujuria.
Nos castramos emocionalmente.
Frustramos a nuestro corazón
en una y mil relaciones.
Haciendo que alguien tome el control.
Teniéndolo en propiedad.
Yo,
prefiero desgarrarme.
Abrirme en canal,
para dejarme libre.
Para darme alas.
Hagamos la locura de amarnos, unos a otros.
Dejarnos querer por dos. O por tres.
Y amar a la vez.
Al mismo tiempo.
En cada instante a más de uno.
Sentir como las relaciones avanzan.
Ver cómo las barreras se destrozan.
Se hacen añicos a martillazos.
Los escombros,
sepultan los prejuicios de los monógamos.
Dejemos las etiquetas colgadas en perchas.
Cojamos la vida por las crines.
Y quitémosle los miedos al corazón.
Que el mundo siga girando.
Y que la pasión,
picarona,
le guié un ojo al pasar.
Mientras,
nosotros sigámonos corriendo (nos.
Hagamos eso.
Justamente eso.
Pero no nos encarcelemos con un amante.
Seamos libres,
y amemos a cuantos queramos.
Seamos generosos,
y dejemos amar a los demás.
Nadie debe más que nada a nadie.
Dejemos que el amor fluya
en la cantidad que crea oportuno.
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