María
Entre paños rosados y flores de lavanda
me dieron una hermana.
Era suave y tenía ojos que reflejaban la galaxia.
Contuve la respiración durante años mientras
la cubría con mi espalda que crecía con ella.
Me hice hombre cometiendo errores, y
ella se hizo mujer, despacio y llenándome
de miedos. Es mi musa frágil.
Mi vista cansada sigue viendo una niña sonrosada
entre mis brazos temblorosos.
me encanta tu y toda ella
ResponderEliminarAy mi Pri!Que está ella aquí siempre para comentarte. Te quiero!!!
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