Homo sapiens
Aquellos que fornican con desenfreno
con todo aquel
que marque su entrepierna
tiñen de blanco
sus caras,
dejándose
llevar.
Algunos intentan
no ser “hombres de provecho”
paseándose con
los labios rojos.
Rímel a sus
miradas,
enseñar valentía.
Todos
perseguidos,
hombres de
cánones de otra era.
Carne de cañón.
Tenemos a los
hombres lobos
rudos y
despreocupados.
Cerebros al
límite del precipicio.
Los que hablan
con las manos.
Piensan que las
mujeres son propiedades. Una pertenencia.
Los que ocultan
sus pecados.
Predican sin
ser ejemplos.
Castigan
olvidándose ellos mismos.
Hay hombres con
corbata y palabras.
Con mentiras
que matan.
Pesan sus
bolsillos.
Hombres que van
armados,
sin
preguntarnos
si queríamos
víctimas.
Para todos hay
perdón,
justicia,
tolerancia y respeto
–o eso dicen-.
Quiénes
pecadores,
quiénes hombres.
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