Mecidas...
El llanto metálico del columpio me acompaña en el vaivén de mi vida.
Acuna mis recuerdos,
mis sentimientos,
y los alaridos de lamento de mis entrañas.
Mientras me eleva al cielo.
Rozando la plenitud.
El sol ilumina mi rostro,
avergonzado.
Me lanzo al abismo.
A lo desconocido.
Sin saber si caeré de pie.
Y ya perdido...
escucho el llanto del columpio.
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